
17 sep Genocidio
La venganza nunca puede
derrotar al adversario
sino todo lo contrario,
puesto que lo que sucede
cuando el agredido agrede,
dando su rencor por bueno
y por malo el odio ajeno,
no es que se libre del yugo
sino que se hace verdugo
en una espiral sin freno.
Aunque tu actitud la alienta
el idiota anaranjado,
todo el terreno robado
para sacarlo a la venta
no justifica la cruenta
matanza del inocente,
por mucho que se argumente
sin mostrar ningún decoro
que es una mina de oro
brutal pero conveniente.
Se borra cualquier testigo
para rehacer el relato
usando el asesinato
y acusando de enemigo
a quien no vaya contigo.
En esa aniquilación
ya no importa la razón
sino llegar a la meta
aunque para ello cometa
alguna abominación.
Cuando se mata a un chiquillo
diciendo que es un escudo
no puedo quedarme mudo.
Todo esto es bien sencillo,
mereces ir al banquillo
que condene lo que haces
junto a todos tus secuaces.
Pocas cosas son tan viles
como exterminar civiles
por mucho que lo disfraces.
Imágenes procedentes de “Combat Bombing – Bombardier Training Film”, U.S. Army Signal Corps, 1944, dominio público y de “Slaughter House”, 1930-1939, Early Animal Rights Film, dominio público / archivo universitario.